lunes, 28 de septiembre de 2009

EL PAPEL DE LA NUTRICIÓN EN EL CICLISMO

El rendimiento adecuado no puede alcanzarse si el ciclista no mantiene un correcto régimen alimenticio durante su periodo de entrenamiento, los cuatros pilares nutricionales a tener  en cuenta son:

  • Durante el entrenamiento la dieta deberá aportar más calorías y más hidratos de carbonos que la dieta de un individuo sedentario, esto es para obtener la energía necesaria para afrontar el sobre esfuerzo del entrenamiento. El aporte de proteínas se situará en un 15-18 % (carnes, pescados, huevos), y el de los lípidos entre un 20-25 % (aceite de oliva, frutas secas, aguacates...), también se deberá tener presente el consumo de vitaminas y minerales principalmente vitaminas del grupo B, vitaminas A, C y E, calcio, hierro, cobre, zinc, magnesio y el elemento fundamental de hidratación como lo es el agua. 
  • Ante la competencia para los que entran en el sistema de rendimiento deportivo, se deberá incrementar los hidratos de carbono de adsorción lenta (papas, arroz, pastas y legumbres), de la dieta, llenando de esta forma los depósitos hepáticos y musculares de glucógenos, esto para obtener mas resistencia y menos fatigas. Es recomendable realizar la comida unos 3 a 4 horas antes de la competencia y unos 30 minutos antes de la competencia se puede comer pequeñas cantidades de frutas y zumos ya que de esta manera se obtendrá energía de forma más rápida que si se ingiera alimentos complejos como los cereales, verduras, que son lentos de absorción para el organismo, provocando así malestar al momento de la competencia.
    • Después de la competencia se deberá rehidratarce, a las dos horas, se realizará una comida similar a la de pre - competencia, alta en hidrato de carbono, baja en grasa y óptima en proteínas.
     Nota: Los hidratos de carbono se comportan fisiológicamente de la siguiente manera:

    El cuerpo humano no puede utilizar directamente la energía contenida en los alimentos ya digeridos para realizar una contracción muscular. Para que la célula muscular pueda utilizar esa energía, previamente los componentes más simples de los alimentos (monosacáridos, ácidos grasos libres y aminoácidos) tienen que cederla a un compuesto químico llamado adenosín trifosfato (ATP). Este compuesto, que se encuentra almacenado en todas las células vivas, es el encargado de ceder la energía necesaria para todos los procesos celulares que la requieren, como la contracción y relajación muscular. Es la "pila" de nuestro organismo.
    Los hidratos de carbono son un grupo de moléculas de diferente tamaño y complejidad con una función primordial, almacenar energía potencial para la síntesis de ATP.







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